Para los que estamos en el mundo de la fotografía, ya sea de forma profesional o amateur, sabemos la importancia que tiene el triángulo de exposición en el resultado final de una foto.
Rápidamente para los que no conocen el triángulo de exposición, es un concepto que nos dice que manejando apropiadamente el ISO, la apertura (A) y la velocidad de obturación (S) tendremos resultados "óptimos" en cuanto a iluminación de la foto, ya sea utilizando iluminación natural o artificial.
Al usar aperturas muy abiertas (valor numérico pequeño), tendremos más luz entrando al sensor de la cámara (tendremos más exposición) y por lo tanto, generaremos una profundidad de campo baja, es decir, el objeto principal (héroe) estará relativamente enfocado y el fondo estará desenfocado, caso contrario, si usamos aperturas muy cerradas (valor numérico alto), será poca la luz que entra al sensor de la cámara y por lo tanto, tendremos una profundidad de campo alta, por lo tanto, el alimento de interés y el fondo quedarían enfocados.
Esto en la teoría suena fácil, sin embargo, en la práctica es un poco más retador porque la idea es usar el concepto de apertura de una forma apropiada para que la foto tenga más sentido, y en mi caso, quiero fotografías que cuenten historias, fotografías con más personalidad, fotografías más editoriales; sin embargo, recuerden todo es subjetivo.
La idea aquí es hablar del impacto que tiene la apertura para contar una historia de una forma clara y contundente.
Básicamente esta historia puede ser contada de 2 formas:
Desenfoque alto
Desenfoque bajo
Con el desenfoque alto, tenemos más oportunidad de enganchar el cerebro del observador ya que podremos desenfocar tanto elementos del fondo y de adelante con relación al alimento protagonista; la siguiente imagen muestra este concepto más claramente:
Lo bonito de este concepto es que nos permitimos enmarcar el objeto de interés con elementos alrededor, es importante que estos elementos tengan cierta comunicación o sentido para que la historia sea más creíble. También resalto que la apertura que se usó para esta foto (4.0) fue la apropiada para que el cerebro pudiera identificar fácilmente los elementos que hay alrededor.
Es importante además hablar del lente; en este caso fue un 90 mm macro de Sony, con una cámara A7III. Para tener muy en cuenta, los lentes macro generan mucho desenfoque, más que un lente "normal"; así que te encontrarás con buenas sorpresas aún con aperturas muy cerradas.
Si tienes un lente 50 mm también tendrás un bokeh bien bonito, el desenfoque no será tan "fuerte" como en un lente macro, pero lograrás resultados muy buenos y profesionales. Te recomiendo que leas el artículo que escribí sobre los mejores lentes para fotografía de alimentos, puedes dar click aquí.
En fotografía al fondo desenfocado también suele llamarse Bokeh.
La siguiente foto fue hecha con apertura 5.0, aquí se pueden apreciar sin mucha confusión cuales son los elementos que hay en el fondo, el cerebro identifica fácilmente que elementos están conformando la historia con un bokeh encantador.
En la siguiente imagen, la apertura fue de 2.0; podemos ver el desenfoque tan alto que hay, lo cual genera un fondo totalmente borroso y se pierden de vista los elementos que lo conforman, también se puede apreciar que algunas partes del sandwich están desenfocadas.
En la próxima imagen de los postres, la apertura fue de 2.0 y se puede apreciar el desenfoque tan alto que usé; los elementos del fondo no son fácilmente identificables, sin embargo, dado el patrón repetitivo que hay en la foto, es fácil para el cerebro asociar lo que hay en la parte de atrás y de adelante del postre que está enfocado.
Ahora, la siguiente foto nos muestra una hamburguesa hecha con una apertura de 5.0, los objetos están claros y definidos y el fondo desenfocado, esta combinación hace que el alimento resalte y que de impresión de que está muy separado del fondo.
Con el desenfoque bajo, podemos usar aperturas más cerradas, tal vez por encima de 9.0 cuando tengamos la necesidad de hacer fotografía cenital, aquí en teoría todos los elementos deben estar enfocados; cuando debo hacer algo así, uso un lente Sony 24-70mm F4.0 porque es liviano y me da flexibilidad con su distancia focal variable. Las siguientes imágenes muestran fotografías de este tipo:
Con fotografías cenitales, recomiendo trabajar con aperturas de 5.0 o 6.3; siempre y cuando; tengamos elementos con alturas muy similares, caso contrario, si hay elementos donde las alturas difieren mucho, es mejor trabajar con aperturas por encima de 9.0
En conclusión, considero que una apertura interesante para contar historias con lentes macro en fotografía de alimentos está en un rango de 4.5 y 6.3; el bokeh o desenfoque es bonito y los elementos se pueden identificar fácilmente. Obviamente, al utilizar estos valores de apertura, hay que asegurarse de usar el ISO y la velocidad de obturación de tal forma que la fotografía esté correctamente expuesta con respecto a lo que el cliente quiere y ese cliente puede ser un cliente externo o tu mismo.
Otra razón por las cuales no me gusta usar aperturas tan cerradas, es que la foto se vuelve muy plana y más cuando deseamos contar historias; para fotografía publicitaria si se trabajan aperturas por encima de 11, pero se hace así porque la finalidad es diferente.
Adicional a esto, se puede usar la técnica del focus stacking, el cual permite tener objetos totalmente enfocados con aperturas muy abiertas. Próximamente en otro artículo, explicaré como usar este concepto.
Muchas gracias por leer este artículo, tus comentarios son bienvenidos y gracias por seguirme en las redes sociales.
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